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Por qué la salud bucal debe considerarse una prioridad en los deportistas

La relación bidireccional entre la salud bucal y la salud general ha sido reconocida desde hace mucho tiempo en el mundo académico, pero parece que este vínculo aún sigue siendo ampliamente desconocido tanto dentro como fuera de los deportes. Las investigaciones muestran que la conciencia sobre la importancia de la salud bucal es baja entre los atletas y las organizaciones deportivas, y aparentemente no se considera una prioridad. Pero ¿por qué es tan importante?
Los atletas tienen mayor riesgo de sufrir problemas dentales
Desafortunadamente, los atletas y amantes del deporte están expuestos a algunos factores que aumentan su riesgo de desarrollar problemas dentales. Por ejemplo, los nadadores corren un mayor riesgo de sufrir erosión dental debido al ambiente ácido de las piscinas cloradas. Además, la mayoría de los deportistas adoptan dietas extremas y consumen bebidas azucaradas que pueden dañar los tejidos dentales y aumentar el riesgo de caries, enfermedades de las encías y erosión.
El estilo de vida de los deportistas de élite también puede favorecer el desarrollo de afecciones como la xerostomía debido a los altos niveles de deshidratación, estrés, sudoración y respiración bucal. Por último, las lesiones bucales y los traumatismos dentales a menudo pueden ocurrir sin la protección adecuada en deportes de contacto como el boxeo, las artes marciales, el rugby y más.
Según las pautas de odontología deportiva desarrolladas por la Federación Dental Mundial FDI, una boca sana puede respaldar un cuerpo sano, y la salud bucal es un factor importante para ayudar a los atletas a rendir al máximo. Por el contrario, una mala salud bucal afecta el bienestar general y puede perjudicar el rendimiento deportivo.
Por ejemplo, las dos principales enfermedades bucales, las caries y las enfermedades de las encías, se observan con relativa frecuencia en los atletas, con una prevalencia de hasta el 55% y el 76%, respectivamente. Pueden causar dolor, lo que obviamente afecta directamente el rendimiento deportivo, a veces hasta el punto de que un atleta necesita saltarse el entrenamiento o incluso retirarse de un partido competitivo.
En el caso de la enfermedad de las encías, el vínculo con la salud general es bastante claro, ya que la inflamación que caracteriza a la enfermedad se asocia con muchas afecciones sistémicas, como la diabetes y las enfermedades cardíacas. Pero además de esto, también parece haber un vínculo entre el nivel de inflamación y el VO2 máx (consumo máximo de oxígeno durante el ejercicio), una medida que representa la llamada aptitud cardiorrespiratoria. El problema de las enfermedades de las encías es que muchas veces son enfermedades silenciosas que pasan desapercibidas hasta que es demasiado tarde y se producen consecuencias graves, como la pérdida de dientes.
La oclusión dental defectuosa es otro problema de salud bucal relacionado con el rendimiento deportivo, donde los dientes de la mandíbula superior e inferior no encajan correctamente entre sí. Esto puede afectar negativamente a la postura y la marcha, aumentando el riesgo de lesiones.
Por último, existen emergencias dentales como abscesos en las encías, un diente infectado o la erupción de una muela del juicio que pueden ocurrir inesperadamente y hacer que usted tenga un mal desempeño, o incluso que lo retire de la competencia. Además de los efectos obvios sobre el rendimiento deportivo, muchas de estas afecciones bucales tienen un impacto sutil pero grande en la calidad de vida, especialmente en el aspecto psicosocial. Piense en el efecto limitante que tienen el estrés, la confianza en uno mismo y los problemas de socialización tanto en el entrenamiento como en el desempeño competitivo.
Las enfermedades bucales también pueden afectar los hábitos de vida saludables que los deportistas deben seguir, como seguir ciertos principios nutricionales. Por ejemplo, masticar alimentos duros y ricos en fibra puede resultar difícil cuando se tiene enfermedad de las encías o sensibilidad debido a la erosión dental. Especialmente en el entorno de los deportes de élite, donde los márgenes son extremadamente pequeños, la más pequeña de las desventajas puede marcar una gran diferencia a la hora de ganar o perder.
¿Qué pueden hacer los deportistas?
En cualquier caso, descuidar la salud bucal conducirá inevitablemente a problemas bucales, con todas las consecuencias en el rendimiento. Afortunadamente, también hay buenas noticias para los deportistas. Muchos de estos problemas, como la enfermedad de las encías, la caries o la erosión dental, se pueden prevenir.
Alentar a los deportistas de élite y aficionados a mantener un régimen de higiene bucal adecuado puede ayudarles a optimizar su salud bucal. Se aplican todos los consejos habituales: cepíllese dos veces al día con un cepillo de dientes suave y pasta dental con flúor, pero espere al menos 30 minutos después de comer y no olvide limpiarse entre los dientes.
Es igualmente importante que los deportistas consideren la salud bucal como parte de sus controles médicos habituales, y deben someterse a un control al menos dos veces al año. En conjunto, esto puede ayudar a los atletas a prevenir el desarrollo de problemas dentales antes de que sea demasiado tarde.